El oscuro tema de la recolección de residuos en el distrito sigue planteando numerosos interrogantes ante la opinión pública. A través de los años sigue encargándose de esa función la misma empresa que con el transcurso de un tiempo cambió sus denominaciones, pero que en el fondo maneja la misma persona o la misma familia.
En forma casi misteriosa una empresa que tendría una deuda de 40 millones de pesos y que carecía de activos resurgió de la nada como misteriosa Ave Fénix. En esos momentos el principal responsable de la firma temía ir preso. Sus amistades con el poder le permitieron superar la situación pese a que fue emplazado a presentar declaración indagatoria ante la Justicia Penal Tributaria. El responsable de la firma, su mujer y su hijo debían explicar porque no efectuaban aportes provisionales. Misteriosamente, desde la AFIP a los empresarios se los trató con manos de seda. Hay quienes dicen que desde el área impositiva se equivocaron con la verificación de las deudas y todo terminó en una convocatoria de acreedores con una firma que prácticamente no existía.
En algo que suena raro, la empresa cuestionada habría quedado saneada…
Pero el tema derivó en lo penal, debiendo recurrir la firma a sendos letrados, uno de ellos conocido como «el Dr. Jopo» o «el Viejo» y el otro con apellido de origen armenio de buenas relaciones con políticos de fuste. Inclusive pidieron ayuda a otro
reconocido abogado, que al parecer quería evitar que el empresario de la basura terminara 90 días preso en un penal Federal. Las prestaciones poco después siguieron igual hasta que se conformó una sociedad denominada «Sanvalé S.R.L., con domicilio en la calle 153 Nº 2130 de Berazategui con un «voluminoso» capital de 12 mil pesos. Uno de los accionistas era un transportista y otro cumplía similar función. La sociedad tenía un plazo de duración de 99 años y su objetivo era desarrollar por cuenta propia o asociadas a terceros servicios, transformación, selección y eliminación de residuos, ramas, barrido y limpieza de calles y plazas, además de fabricar elementos para la recolección de basura.
SUGESTIVA CESION
Posteriormente los dos principales accionistas confieren un Poder General Amplio y Administración y Exposición de bienes a favor de José Antonio Di Cola, según la actuación notarial realizada el 9 de febrero del 2005 ante la notaria Fernanda Mancuso.
Con los años dicha firma se transformó en 3 empresas que conformarían una UTE, previo pleito judicial del principal responsable con su propio yerno y otros 8 empleados.
Una suculenta licitación que pretendían obtener «empioja» toda la trama para seguir usufructuando la recolección de residuos varelenses. Una sola chequera era la que «bancaba» a la firma cuestionada. Paulatinamente, aparecían más testaferros…
También aparecían otras empresas diversificadas, pero de similares actividades.
Al ganarse otra licitación el interrogante era cómo justificar el patrimonio de la empresa. En un piso 8vo. de la ciudad de Quilmes un tal Rubén les resolvió el problema.
MAS DUDAS
En el ámbito justiciable se asegura que la firma o pseuda UTE en cuestión no estaría a la altura para efectuar el servicio municipal de recolección de residuos –no cumpliría con el mínimo de camiones exigido para la recolección- y hasta se menciona que el famoso contrato o concesión por la basura estaría extinto y que su renovación automática deja demasiadas dudas e interrogantes…
Todos coinciden que efectuar la recolección de residuos es un negocio redondo, desde las otroras famosas firmas Venturino Hnos. o Transportes 9 de Julio de los años ‘70, hasta acá. En la zona, parece que nada cambió.
Los «tejes y manejes» en torno a este imprescindible servicio para cualquier ciudad dan demasiado que hablar. Se alude así a testaferros, socios conocidos pero no reconocidos, «ramificaciones» raras o divisiones poco creíbles. Desde diversos sectores, todos parecen mirar para otro lado, aunque sepan de qué tema se trata, siempre muy controvertido y polémico.
La Colmena en Red
lunes, 2 de mayo de 2011
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