sábado, 3 de julio de 2010

La rebelión de los libros

Para María Concepción Melaccio, bibliotecaria del Centro Cultural y Biblioteca Popular Sarmiento de Florencio Varela, la práctica de la lectura, en los últimos años, fue suplantada y reducida por los estudiantes a las búsquedas en Google.

La lectura amplía el horizonte cognitivo de las personas y genera en ellas un campo más fértil para obtener la libertad individual en todos los sentidos.
No obstante, ese hábito hoy parece verse amenazado por el avance y desarrollo de las nuevas tecnologías, como internet u otras de mayor o menor envergadura.Para María Concepción Melaccio, bibliotecaria del Centro Cultural y Biblioteca Popular Sarmiento de Florencio Varela, la práctica de la lectura, en los últimos años, fue suplantada y reducida por los estudiantes a las búsquedas en Google. “La mayoría de los chicos van al ciber o tienen una computadora en su casa y así lamentablemente hoy la biblioteca dejó de ser imprescindible para la consulta estudiantil”.

De esta forma el cortar y pegar textos se ha hecho frecuente principalmente entre los estudiantes del nivel secundario. “Ya no se toman el momento de leer los textos que deben preparar para sus trabajos. Es un corte y pega sin mirar de qué se trata el material. El mundo tecnológico exige velocidad”, precisó María Concepción, que lleva cerca de 35 años asistiendo a los lectores varelenses.

EL SOSTEN

Como si se hubiere detenido en el tiempo, el viejo edificio de la biblioteca Sarmiento, ubicado en la esquina de Bocuzzi y España, alberga más de 4 mil títulos bibliográficos que hoy son suplantados por los motores de búsqueda de la web. “Nuestro objetivo es promocionar la lectura como una forma de inversión a la educación y al futuro de los jóvenes más allá de todo”, explicó Luis Mayerna, presidente del Centro Cultural.

En este contexto, el hábito de la lectura parece haber ingresado desde hace algunos años a esta parte “en crisis”, aseguran los gurúes tecnológicos. El respaldo de la gran oferta multimediática que avanza en todos los sentidos, convierte a esa predicción en una triste realidad.

No obstante, Mayerna advirtió que la institución cuenta con 600 socios que pagan su cuota todos los meses, lo cual también muestra que muchos se resisten a cambiar la costumbre de leer. “La biblioteca tuvo que sumar dos computadoras a la sala para que todos aquellos que necesiten consultar algún material específico, con el que quizá no contamos, puedan obtener la información de todas maneras”, explicó la bibliotecaria.

ESPERANZAS

Aunque las jornadas dentro de muchas salas de lectura de las bibliotecas ya no son lo que hace 20 años atrás, existe otro factor que mudó a los estudiantes de estas instituciones como la verelense, con un enfoque esperanzador: las bibliotecas en las escuelas. “Ese es un punto a favor. Hoy existen muchas escuelas con sus propias bibliotecas tanto para alumnos de nivel medio, primario e inicial; y esto también hay que contarlo pero de una manera diferente, es decir positivamente”, aclaró Melaccio.

EL LIBRO PRIMERO

También es cierto que la caótica biblioteca que hoy oferta internet, tampoco es tan real o efectiva como parece. Si bien para los estudiantes el ciberespacio ofrece una ventana más próxima a la información, está claro que los datos allí obtenidos tampoco son tan claros o confiables como los de un libro. “Esto nunca va a pasar. Un libro guarda muchas sensaciones diferentes que podemos valorar y recordar. Toda esa esencia va más allá de un corte y pegue de internet”, afirmó la bibliotecaria.

Otro punto clave en la discusión es el ya renombrado “mapa de las prácticas de lectura”, que con el avance digital pasan a ubicarse en pantallas y “se vuelven hipertextuales y fragmentados”, como lo califican los especialistas en la materia. Los mismos también afirman que “lo que ocurre en el presente no es la desaparición de la lectura juvenil, si no más bien la reconfiguración de un hábitus generacional de relación con los textos”. Qué así sea.

LOS PRIMEROS 90 AÑOS

El Centro Cultural y Biblioteca Popular Sarmiento de Florencio Varela, cumplirá este domingo 4 de julio 90 años. La entidad fue fundada en 1920 por un grupo de emprendedores y ciudadanos varelenses y tuvo en la figura de Alfredo Pastorino, a su primer presidente.

Por la sala de lectura de la biblioteca más grande del distrito pasaron diversas personalidades del quehacer social y cultural varelense, quienes se formaron con ayuda del material disponible de la institución, que les facilitó en cierta manera sus logros y estudios. “La actualidad nos encuentra hoy abocados a un gran número de proyectos tendientes a la modernización de la institución y sus servicios, con la firme convicción de profundizar la integración cultural en todas sus expresiones”, expresaron las actuales autoridades del Centro Cultural.

El acto central por los festejos de la institución, tendrá comienzo a las 18.30 momento en el cual se harán descubrimientos de placas y se expondrá una reseña del desarrollo de la casa cultural. Además, habrá una muestra fotográfica a cargo de Hugo Morbelli, una exposición pictórica de María Encarnación Nicolás, se presentará el unipersonal de Cristina Sanguinetti y un número especial de artistas de la Casa de la Cultura.

“Hemos mantenido nuestra actividad artística en el Centro, como ser el elenco estable de nuestro teatro, la enseñanza del arte de la pintura y la poesía. Toda la biblioteca Sarmiento se circunscribe alrededor de estas prácticas”, finalizó el presidente Luis Mayerna. Cabe remarcar que la biblioteca brinda distintos cursos y talleres, posee una gran sala actos teatrales donde también se dictan conferencias y se desarrollan conciertos musicales.

LA NECESIDAD DE LA PUESTA EN VALOR

En tanto, el edificio que alberga la biblioteca popular Sarmiento está inscripto en el plan de puesta en valor de edificios históricos, que con motivo del Bicentenario de la Patria están en proceso de ejecución. Dentro del esquema de tareas que se deben realizar se encuetran la recuperación y puesta en valor de todo el envolvente exterior, la reparación de cubiertas y cielorrasos. Además, se incluyeron en el proyecto rampas de acceso y baños y servicios para personas con capacidades diferentes.

Publicado en InfoSur

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