lunes, 27 de diciembre de 2010

Hace 29 años nacían los asentamientos

Los expulsados de la Ciudad de Buenos Aires por la dictadura, recalaban en el Conurbano. Eran para 1981, cuando se produjo la primera ocupación de tierras, unas 300 mil personas las desplazadas. Aquí, la historia de aquel primer asentamiento del que nacieron cinco barrios.
El periodista y actual secretario de Derechos Humanos de Florencio Varela, Guillermo Ñañez, recordó, por su parte, al cura Berardo, quien, dijo, había nacido en Bolívar, y había ingresado a la Orden de los Salesianos, para recalar en Bernal, primero, y luego en San Francisco Solano, en la parroquia Nuestra Señora de Itatí .
Fue el religioso el encargado de sugerir a algunas vecinas que se acercaron planteándole que no tenía lugar en su terreno, que se mudaran a las tierras históricamente inhabitadas de enfrente.



La toma de predios por parte de familias sin techo y sin tierra, y ya en zonas urbanas, se inició hace casi tres décadas, y tuvo su origen en San Francisco Solano, cuando junto al letrado Jorge Deferrari y el cura Raúl Berardo, bajo el tácito aval del Obispo Jorge Novak, acompañaron las primeras ocupaciones.

De esas tomas de tierra nacieron barrios como La Paz, Santa Rosa, Santa Lucía, El Tala y San Martín. Y fue en esas tomas donde fueron asesinados dos de los activistas que las acompañaban: Agustín Ramírez, de 23, y Javier santos Sotelo, de 17.


Según recordó Ñañez, en cinco días, miles de personas se distribuían por las 280 hectáreas divididas en cinco grandes zonas, como agujeros entre los barrios viejos .



EXPULSADOS DE LA CAPITAL

En 1977, la dictadura había modificado el Código de Planeamiento de la Ciudad de Buenos Aires, y así comenzó a expulsar a los residentes de las villas y barrios más postergados, que iban recalando en el Conurbano bonaerense, y que para mayo de 1981 sumaban unos 300 mil. Así lo refería el entonces ministro de Gobierno bonaerense, Fernández Gil.

Fue en ese contexto donde se produjo, hace veintinueve años, el nacimiento de la toma de tierras para asentamientos como tal. Y ya para diciembre de 1981, la misma dictadura que expulsaba a los pobres de Capital, miraba con recelo su proyecto de gestar nuevos barrios en Solano.

La primera reacción fue la de una fuerte presencia policial que rodeó las tierras, anunciando a sus ocupantes, que se trataba de predios privados. Según recuerda Ñañez, los antiguos vecinos de la zona negaban su solidaridad porque tenían mie¬do que fueran a instalar una «vi¬lla», y hasta les negaban el agua a los asentados .

Sin embargo, los ocupantes no querían dar nacimiento a una villa, un poco porque no era su vocación, otro poco por temor a que un comienzo de su trabajo en esa línea acrecentara la represión policial, que ya se hacía sentir.

Publicado por Perspectiva Sur

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