sábado, 11 de diciembre de 2010

11 DE DICIEMBRE – DÍA NACIONAL DEL TANGO


Presentación de: "TANGO, PASIÓN Y RIMAS" - Editorial Payador
Vigésima obra literaria publicada por el escritor varelense:
Julio Jorge Faraoni

Reseña: Ensayo o estudio, cuyo tema central es el tango; realizado por el autor con idea de ilustrar literariamente sobre el particular, y muy especialmente, a las damas, a los jóvenes y a los niños de éste tiempo.



Los escritos están abonados con estrofas de diferentes letras de tangos, que son maravillosas composiciones poéticas y que están ligadas plenamente a nuestra pasión tanguera, invocando sus respectivos poetas – autores según los tiempos en que fueron escritas, y además destacando: la calidad, la difusión, la aceptación, y el éxito que tuvieron entre los conciudadanos de nuestro increíble, pero maravilloso pueblo.



También las distintas etapas de su evolución como arte popular; en las estrofas sueltas, como en las letras completas se indica al pie una breve referencia al contenido poético de la obra y una explicación de los vocablos lunfardos, vulgarismos criollos o modismos del idioma, que fueron utilizados por los poetas, tomados precisamente del habla común y corriente del hombre de pueblo.



Se han conformado en él una variedad de elementos tradicionales, populares, apasionados y versificados, y su título refleja en pocas palabras lo que estaría contenido en su interior: Tango, Pasión y Rimas.









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PRÓLOGO











El primero de enero del año 2002 fue cuando comencé a plasmar en el papel una idea largamente acariciada: escribir un libro a modo de ensayo o estudio, cuyo tema central fuera el tango; obra que una vez comenzada, fue postergada, y hasta abandonada en varias oportunidades, porque a pesar de ser un tema que conozco muy bien y me apasiona mucho, sabía que debía tratarlo con el mayor de los cuidados, que es lo que se merece, teniendo en cuenta que su destino sería el de ilustrar literariamente sobre el particular y muy especialmente, a las damas, a los jóvenes y a los niños de éste tiempo.







Con el objetivo prefijado, me propuse abonar estos escritos con estrofas de diferentes letras de tangos, que son maravillosas composiciones poéticas y que están ligadas plenamente a nuestra pasión tanguera, invocando sus respectivos poetas - autores según los tiempos en que fueron escritas, y además: la calidad, la difusión, la aceptación, y el éxito que tuvieron entre los conciudadanos de nuestro increíble, pero maravilloso pueblo.







Algunas serán copiadas en su totalidad porque considero que son como claves de cada tiempo, en lo que llamo la maduración de nuestro cancionero nacional, en las distintas etapas de su evolución como arte popular; tanto en las estrofas sueltas, como en las letras completas se indica al pie una breve referencia al contenido poético de la obra y una explicación de los vocablos lunfardos, vulgarismos criollos o modismos del idioma, que fueron utilizados por los poetas, tomados precisamente del habla común y corriente del hombre de pueblo.







Seguramente era bastante difícil la tarea que me había impuesto, diría casi imposible, porque se trataba de un tema netamente pasional, y sabemos que las grandes pasiones son harto difíciles de explicar con palabras, con dichos o con escrituras.







Pero como se dice vulgarmente: “lo que vale es la intención”, y la intención o, mejor dicho la buena intención, desde ya la tenía, estaba fuertemente arraigada en mi pensamiento y ligada a las fibras más íntimas de mi alma; por tal motivo trataría de alcanzar el objetivo máximo que un escritor puede llegar a lograr: meterse en las mentes y en los corazones de su pueblo, un pueblo tan noble, tan sensible y tan agradecido como el nuestro.







Como este nuevo libro sería conformado por una variedad de elementos tradicionales, populares, apasionados y versificados, quería buscarle un título que reflejara en pocas palabras lo que estaría contenido en su interior; entonces, luego de considerar varias alternativas, me decidí por el siguiente: Tango, Pasión y Rimas.











Julio Jorge Faraoni













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CAPÍTULO Nº I



(fragmento)











ÁNGEL GREGORIO VILLOLDO











Desde el momento que elegí el título, creí tener la obligación de explicar las razones de porqué utilicé estas tres palabras tan bonitas, por lo menos para mí, para el título de la nueva obra que le darían un carácter tan especial a mi nueva y humilde composición literaria; la misma estaría escrita en prosa, pero citando las hermosas y magníficas poesías de los tangos, valses y milongas, de todos los tiempos y de nuestros poetas que sobresalieron en esta apasionante actividad.







*







Por qué: Tango. Porque mi pasión por la poesía, todo tipo de poesía, me obligó a centrar mi admiración por las letras de los tangos, composiciones poéticas admirables, llegando a ser muchas de ellas verdaderas obras del lirismo y la filosofía; por ello quiero volcar todo lo que he aprendido y todo lo que ahora estoy aprendiendo de éste noble sentimiento que tenemos los argentinos, que nos llega desde el pasado, está en el presente y seguirá firmemente con nosotros y las generaciones de argentinos del futuro, como dice una oración bien conocida por todos: “por los siglos de los siglos”.



Porque a través de composiciones e interpretaciones orquestales, poesías-letras o letras-poesías, melodías, cantos, bailes, coreografías de cines y teatros, se nos fue metiendo en la piel, en la sangre, corre por nuestras venas, y se adormece en nuestro corazón, llegando a generar sin duda alguna una cultura muy especial que aglutina distintos niveles sociales, religiosos y regionales, sin efectuar discriminaciones entre sus cultores.



Quiero recordar que el Día Nacional del Tango es el 11 de diciembre, donde se realizan diversos actos de celebración y programas recordatorios, en todo el ámbito nacional; y que la Ley del Tango es la Nº 24 684 promulgada el 2 de setiembre de 1996.











TANGO











Sos el verso sensiblero de una rante fulería;



sos la musa arrabalera de una barda inspiración;



los cantares rantifusos de una fiel policromía



engarzada en los acordes que repica en tu canción.







Sos gemido de violines con las notas tan sentidas,



al conjuro de los pianos y quejas de un bandoneón;



sos la estrofa que rimada con la cruel filosofía



se encarniza ciegamente y engayola al corazón.







Sos guitarra que colgada, con las cuerdas doloridas,



no pudo encontrar consuelo para su desolación;



el adusto organillero que detuvo su rutina



en la imagen nostalgiosa de la triste evocación.







El amigo confidente de las paradas bravías



donde el alma queda presa por la bruja maldición,



cuando la mala se ensaña, cuando la suerte es esquiva,



cuando la parca rastrera el final ya te marcó.







Sos el bardo que diquero campanea en una esquina



y que silba graves notas con acento compadrón,



con un clavel en la oreja mientras pispea a la mina



que es la trompa de su cuore, de sus sueños, de su amor.







Sos el pibe que acapara en su lompa las bolitas



que dan brillo a la cordura de su firme devoción;



el farol que balanceante lacerante te lastima,



y la reja en la calleja, entre el patio y el balcón.







El perfume de magnolias, el aroma de glicinas,



la blancura de jazmines, y el rojizo del malvón;



la cebada cimarrona, que por las tardes se agita,



entre amigos farabutes en el bulo de un gavión.







Los boletos hecho bolsa por un burro que declina,



que perdió por varios cuerpos sus arrestos de campeón;



y la barra futbolera que se junta en una esquina



festejando la goleada del equipo ganador.







La yiranta desquiciada que por el barrio patina



ofreciendo la limosna de una noche de emoción;



y sos el curda perdido que por las copas se inclina



escrachado en la canera desventura del alcohol.







El mistongo bulincito de la ronda de las citas,



el que marca entre sus muros el despojo del pudor,



donde burdos berretines en la testa se maquinan



con anhelos perdularios que amasijan la ilusión.







Sos el taita compadrito que va sufriendo una herida



por tantos años debutes de guitarrero y cantor;



y el obrero de los puertos que acamala día a día



los mendrugos miserables del amargo sinsabor.







Sos la reja donde el preso su desventura mitiga



por la yuta de la suerte que traidora lo encanó;



y el malevo cajetilla que con su bronca recita



la poesía cavernaria de una cruenta decepción.







Sos la madrecita que espera, a las tres de la matina,



desvelada en la tardanza de un hijo trasnochador;



sos el padre que severo con la mirada te endilga



los sermones que te ubican en fulera situación.







Sos papirusa que anhela con esperanza transida



que unos ojos soñadores le arrebaten su candor;



y sos paica abandonada, al hastío de la vida,



que ya nunca podrá zafar de la triste perdición.







Sos el verbo de los barrios donde los giles transitan



callecitas en penumbras de un pasado de esplendor,



por la huella misteriosa que embrocada arremolina



la locura irremediable de fatal desilusión.







Sos nostalgia de vereda que se apaga en la neblina;



la tristeza que se anuda masticando su amargor,



el tormento despiadado de una duda que llovizna



destilando la fiereza que reniega en su dolor.







Conventillo que aturdido por el grito del tranvía



se perdió en la lontananza de la calle del adiós,



trasportando para siempre, a las locas milonguitas



que en los patios mistongueros te inundaban de pasión.









Sos el verso sensiblero de una rante fulería;



sos la musa arrabalera de una barda inspiración;



sos estrofa que rimada con la cruel filosofía



se encarniza ciegamente y engayola al corazón.







Julio Jorge Faraoni

1 comentario:

  1. ¡¡¡MARAVILLOSO, LUIS ALBERTO!!! Te agradezco enomemente que hayas tenido la deferencia de presentar mi 20º libro a través de tu prestigiosa página web: VARELAPUNTOCOM; dado que la presentación por otros canales fue imposible realizarla.
    Próximamente te obsequiaré como agradecimiento un ejemplar de la obra presentada, algo que me llena de satisfacción porque soy "tanguero" desde que tengo uso de razón.
    Un abrazo cordial.
    Julio Jorge Faraoni

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