Pasión y solidaridad de ciclistas

El Team Ranelagh no es un equipo de ciclismo como cualquiera, ya que sus integrantes conjugan la pasión por ese deporte con una misión solidaria: juntan y reparan bicicletas usadas para donarlas a la Escuela 5 Guillermo Hudson, de Florencio Varela, donde los alumnos deben recorrer grandes distancias para poder estudiar y no cuentan con transporte público.


La cruzada solidaria de este grupo, conformado en su mayoría por ciclistas de Berazategui, pero también de Quilmes, comenzó a principios de año y esperan llegar a recolectar 30 bicicletas para hacer la entrega formal en el establecimiento educativo.

“Surgió la idea porque pasamos por lugares con mucha pobreza, entonces decidimos juntar bicicletas usadas y las hacemos reparar con un bicicletero amigo, para donarlas a la Escuela 5 Guillermo Hudson”, contó Gustavo Penas, capitán del Team Ranelagh.

“Yo conozco esa escuela y es gente muy humilde la que asiste. Son chicos que no tienen medios de transporte disponibles porque es una zona rural”, explicó Penas, quien -luego- aseguró que “ya tenemos unas 10 y queremos llegar a las 30 para que la directora del establecimiento se las entregue a los que más las necesitan”.

Asimismo, Juan Carlos Fernández, el asistente del equipo, indicó: “Hay muchas personas que tiene bicicletas arrumbadas en su casa a las que no les dan uso. Por eso le pedimos a la gente que si no la van a usar, que la entreguen para que un chico pueda disfrutarla”.

“Mientras sean reparables, todas sirven. Por ahora, esto fue de boca e boca, esperamos que con la nota en el diario se sume más gente y podamos conseguir las 20 bicis que nos faltan”, se ilusionó Fernández.

Quienes quieran donar alguna bicicleta para contribuir con la cruzada solidaria de Team Ranelagh, pueden llamar por teléfono al 4256-2340 / 0115 o bien al 15-5226-7183. Toda la información sobre el equipo se encuentra en www.teamranelagh.blogspot.com.



La pasión de los miembros de Team Ranelagh es “todo terreno”. Cada sábado, estos ciclistas salen a recorrer los lugares más inhóspitos de la provincia de Buenos Aires. Pueblos perdidos, lugares históricos, estaciones de trenes abandonadas y senderos de difícil acceso son los circuitos que suelen recorrer. “No hacemos nada que tenga que ver con la formalidad. Nos gusta saltar tranqueras y alambrados, pedalear en caminos no tradicionales. Hemos cruzado campos y arroyos, hemos hecho puentes con troncos o lo que encontramos en el camino para poder continuar el rumbo”, manifestó Enzo Vitale, uno de los referentes del equipo a quien apodaron “El Galgo”.
 
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