Debutó “Sábado Show”, con “El día soñado” para María Eva Farias de González, es una humilde trabajadora doméstica santiagueña que vive actualmente en Florencio Varela

El programa comenzó presentando “El día soñado”, un emotivo segmento que en su primera entrega posibilitó el reencuentro entre una madre y una de sus hijas, después de los conocidos y trágicos episodios que afectaron a Japón. José María y Denise adelantaron que se cumpliría el sueño de una persona y, antes de presentarla, en complicidad con la audiencia adelantaron parte del drama que sufrió ésta hasta llegar al programa.

La elegida, María Eva Farias de González, es una humilde trabajadora doméstica santiagueña que vive actualmente en Florencio Varela. Pero también era una madre que estaba desesperada buscando la posibilidad de viajar a Japón, donde hace 15 años vive una de sus cuatro hijas: Adriana (42 años), al tomar conocimiento del terremoto y tsunami que afectó al país asiático. Su hija se radicó allí después de casarse con Yutaka Maezawa (con quien tuvo dos hijas: Ami y Melisa (becada en los EEUU).



Las limitaciones económicas de María Eva (vende ropa de cama, toallas o empanadas y en su tiempo libre es catequista) y la falta de un subsidio por jubilación le habían hecho perder las esperanzas; por lo que intentó contactarse con Adriana a través de diferentes organizaciones e incluso, el consulado.



Ideas del sur se enteró de esta historia a través de los medios de comunicación, y con la excusa de exponer su caso públicamente a través de su programa Sábado Show, convocó a María Eva sin que ella sospechara que llegaría “el día soñado”. La producción viajó 36 horas para dar con Adriana en Japón, trabajar allí, y traerla a la Argentina para sorprender a su madre en el estudio.



María Eva siempre sintió algo muy especial por su hija Adriana y se conmovió en el estudio junto a Denise y José María repasando las imágenes emitidas en los noticieros (imágenes hechas en Japón por la producción del programa), donde su hija “le relataba a los medios” las peripecias sufridas en la zona de desastre. Se volvió a conmocionar cuando a través de un tape, su hija y su yerno le enviaban un saludo y el consejo de que se cuide para que, “quizás algún día, podamos estar juntos otra vez”.



Después, la producción fingió una comunicación vía satélite que se “interrumpió” luego de un saludo breve con su hija. Hasta que por fin llegó el anuncio menos esperado: Adriana fue convocada al estudio para encontrarse con su madre María Eva y sus hermanas también presentes.



Un abrazo interminable y lleno de felicidad reunió a María Eva con su hija Adriana, sus nietas y toda su familia. “El día soñado”, se había convertido en realidad.



Prensa Ideas del Sur