A LOS TRABAJADORES DEL CONSEJO ESCOLAR LOS CONFORMARON CON UN KIT DE UTILES

Luego de la anómala situación publicada por La Colmena, con respecto al delicado panorama laboral que atravesaban los empleados de ese organismo educativo, la mayoría de los trabajadores del Consejo Escolar varelense recibieron un paliativo, pues les fueron entregados kits de útiles para desempeñar sus tareas con mayor comodidad y eficacia.
Así, las autoridades educativas dieron a los empleados un kit que contenía cuadernos, lápices, liquid paper, cartulina, fichas, almohadillas, fibras, tijeras y otros elementos de uso para su tarea habitual.

Lo que no recibieron, y siguen reclamado los empleados, es que les suministrasen nuevos aparatos telefónicos, equipos de PC e informática, ni calefactores o estufas.

Puntualizaron los empleados educativos que «sigue sin solucionarse el tema fundamental o crucial para ellos, que es el referido a la seguridad del edificio donde funciona el HCE. Insistieron que «ese tema sigue pendiente de resolución», pues no se adoptó ninguna medida al respecto y «sigue sin haber extintores, no hay puerta de emergencia de salida ante cualquier contingencia, y se mantienen los cortinados que se pueden incendiar en cualquier momento».

Insistieron, no obstante, que el personal del área de contralor «no tienen elementos para trabajar» y no se explican ni entienden el por qué de esa medida.

CONTRA BLUMENKAMP

También se quejaron porque una de las consejeras escolares (Nora Blumenkamp), «cuando viene, si viene, puede gozar de todo lo que tiene: ¨aire acondicionado, cortinados, calefactores, y computadora con LSD», pero «parece que no ve lo que sucede con los empleados», dijeron

¿FOTOCOPIADORA?

Al parecer, al lugar habría llegado en los últimos días una fotocopiadora, pero se desconoce si el elemento funciona y si fue o no entregado para que cubra sus tareas el personal.

Por otra parte, trascendió que el titular del Consejo Escolar, Dr. Angel Luraschi, habría hecho trascender su enojo por los reclamos del personal y hubo veladas amenazas«por haber expuesto todo lo que sucedía en el edificio de Moreno y San Martín, ante el periodismo».